Qué nariz, qué pechos más poco atractivos, que vientre respingón, qué muslos adheridos a sus piernas...
Se cubrió los ojos que querían llorar y se acurrucó en el suelo sin apartarse del espejo. Cuanto más se miraba, más quería bajarse la cremallera de la piel para poder meterse en otro cuerpo.
En ese momento Fer pasó por el pasillo y asomó la cabeza dentro de la habitación, donde Carla permanecía semi desnuda intentando ocultarse a sí misma. Ensimismado con lo que tenía delante, sonrió y con la más tierna de las voces se limitó a decir:
- Eres una princesa.
10 comentarios:
¡Como me ha gustado esta entrada!
No hay nada más que añadir, en serio me ha encantado (:
Un beso!
Tu también eres un princesa, pero una princesa cabrona que no me comenta nunca y que me hace que sienta escalofríos al leerla
TEQUIERO
es geniaal! **
Desde mis BLOGS:
--- HORAS ROTAS ---
y
--- AULA DE PAZ ----
quiero presentarme
en esta nueva apertura
del eminente otoño.
Tiempo que aprovecho
ahora para desear
un feliz reingreso en
la actividad diaria.
Así como INVITAROS
a mis BLOGS:
--- HORAS ROTAS ---
y
--- AULA DE PAZ ----
con el deseo de que
estos sean del agrado
personal.
Momentos para compartir
con un fuerte abrazo de
emociones, imaginación y
paz. Abiertos a la comunicación
siempre.
afectuosamente :
PALABRAS EN EL ACUARIO
---Y TE SIGO TU BLOG:
---- PALABRAS EN UN ACUARIO---
jose
ramon…
Muy bien encaminado el reelato... vamos a ver por dónde nos sale ja joven del espejo...
Me gusta mucho esta entrada!
te sigo :)
precioso!!
y es que nunca estamos conformes
Princesas.
Dior mío...
Sentirse fea y querer estar en el cuerpo de otra persona es realmente angustioso.
Me gustó la entrada :)
Pienso igual, sentirse mal en el propio cuerpo es horrible >_<
Hay que aprender a quererse!
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