Respétame

Los textos que leerás aquí, son creación mía. Por favor, respeta mi trabajo y no copies. Gracias :)

16 de mayo de 2009

El Duende

La semana pasada, Magguie se encontró con un duende. Lo subió a su bicicleta -a Magguie le apasionaba su bicicleta- y se lo llevó a dar una vuelta por lo más lejano de su jardín trasero. Tomaron el té y se hicieron cosquillas entre el musgo, que seguía húmedo después de la temporada de lluvia.
Magguie le mostró sus piedras y le presentó sus pies, los dos la escuchaban siempre con ganas, pero el derecho tenía una cierta tendencia a estar deprimido. El duende atendía con fascinación -o eso parecía- y sacó de su bolsillo una estrella a la que prometió bautizar con su nombre y colgarla en el cielo esa misma noche.
Por la tarde el cielo volvió a cubrirse, y las gotas de lluvia empezaron a ser una molestia entre los juegos. Magguie miró distraída las nubes.

- Nunca nadie más me va a ver, ¿sabes?.- Le dijo el duende entonces.
La ropa de Magguie estaba empapada, y mamá salió bajo el paragüas a por su despistada hija:
- ¿Qué haces aquí, Magguie?- La pequeña Magguie Splenders miró a su lado, donde sólo quedaba un hueco vacío.
- Volver a ser la misma de siempre.- Respondió.

2 comentarios:

Claire Orion dijo...

El mundo de fantasía de una niña... Qué lejano se hace ese tiempo cuando tu imaginación era infantil, podrías ver seres de la misma mitología... Tu escrito me ha encantado...
Besos...

++DARK POET++

Anónimo dijo...

Y al fin su amigo llegó. Ese que comparte horas de juego y puertas a la fantasía. Ese que sólo estará para ella. O eso espero.

Un muas, R :)