Respétame

Los textos que leerás aquí, son creación mía. Por favor, respeta mi trabajo y no copies. Gracias :)

14 de septiembre de 2009

Adiós, Greg.

Enamorarse es muy fácil, ¿Sabes, Greg? Sí. Es como emborracharse... Pruebas un poco de algo que se te antoja dulce, delicioso, inofensivo, refrescante... ¡Que podría acabar en locura! Y se acaba apoderando de tí, haciendo que pierdas el control sobre tus actos y, llenándote la cabeza de estupideces. Enamorarse es exactamente igual que eso, Greg. Y tú, tú, maldito bastardo... Has sido el vino más sutil y delicioso que jamás bajó por mi garganta y me arrancó la ropa interior.
Fue primero un '¿En tu casa o en la mía?' Seguido de un 'Quiero volver a verte' que iba acompañado de un 'No puedo vivir sin tí' para acabar con el escalofriante 'Quédate siempre conmigo'. Y ahora, ¿Ahora qué, Greg? ¿Te despertaste un día y se te pasó la resaca? ¿Pensaste que esto era un tiempo muerto en tu vida sentimental? ¿Acaso eras un actor frustrado y yo fui tu inocente público? Enhorabuena entonces, Greg. Porque me has hecho sentir como una completa estúpida colgada por cada poro de tu piel, por cada trago de tus sonrisas.

'Volveré a por tí.'

Volverás... Entonces, ¿Por qué te has ido? Es como si alguien que desea con todas sus fuerzas convertirse en millonario, abandona un yacimiento repleto de oro descubierto entre las montañas. Si nada de esto fue una pantomima, ¿Dónde estás? ¿Por qué? Y ¿A dónde envío yo estas palabras sin sentido? Estarás orgulloso de saber que gracias a tí, he conseguido verificar mi teoría: Es tan fácil tanto enamorarse como emborracharse. Lo que aún no sé es qué podrá resultar más caro, porque me falta sueldo de mi trabajo de mierda para pagarme las botellas de vino que no nos estamos bebiendo juntos.
A veces pienso que todo esto ha sido un sueño producto de una caída repentina al salir de la ducha. Una paranoia del coma tras un accidente. Un castigo de alguien de ahí arriba que no me quiere para nada -mi madre-. O, simplemente, que es la puta realidad y te has ido con tus mentiras para no volver nunca.


Y sí... Enamorarse es como emborracharse. Al principio es maravilloso, luego pierdes la cabeza y, cuando te despiertas a la mañana siguiente... Te duele hasta el alma y no te das ni cuenta de dónde te has metido.

No hay comentarios: