Rastrera

Desbordan serpientes enroscadas por todo tu cuerpo. Nadie puede verlas, pero yo huelo el veneno que desprendes por tus ojos.Te arrastras por tus bajezas como un invertebrado desnutrido. Ansioso por succionar la vida de cualquier ser que se ponga por delante.Eres como una víbora, una cobra sensualmente mortal. Un peligro para todos los que susurran en tu oído, o mesan tu cabello azabache.Arrastras tu viperina lengua por el contorno de tus labios y ya eres un imán para cualquiera que sobreviva con menos neuronas de las necesarias.Y luego, muerdes. Atacas como la cascabel que anuncia con su tintineo que es un ser peligroso. Pero tú lo eres más aún. Tú ni siquiera avisas, ni siquiera das la oportunidad de escapar a tus encantos. Clavas tus colmillos. Absorbes cuanto puedes y, con tus dientes reluciendo a la luz de la luna, escapas de la escena del crimen con tu insinuante contoneo. Escondiéndote en la oscuridad, aguardando paciente entre tu ansia...Eres una asesina, eres una arpía, eres quien nadie se atreve a pronunciar.

Eres un vampiro...